Hoy íbamos a recorrer el Valle del Jerte porque la otoñada está en su punto álgido pero una avería en la puerta de la cochera comunitaria nos dejó sin poder sacar el coche. Con las ganas en el cuerpo, subimos las mochilas a casa y sólo con las cámaras nos fuimos a La Isla, un parque natural que tenemos en la ciudad. Teníamos viento del norte y hacía frio. Está salpicada de árboles de hoja caduca pero este rincón, en un extremo del parque se pone todos los años a reventar de bonito.
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